viernes, 3 de abril de 2009

Somos Libres @ La alameda, Moquegua Peru 27.jul.2006

Ser o no ser… libres: Crónica de una fiesta anunciada“Amar y danzar,Beber y saltar,Cantar y reir,Oler y tocar,Comer, fornicar,Dormir y dormir,Llorar y llorar.”(El Bosco, de Rafael Alberti)


Zambullidos en el magma electrónico, P-p Charly y Martín, en back to back, abren puertas deep house a infiernos celestiales como los que pintaba el Bosco: Niños y niñas aman y danzan; turistas y anfitriones beben y saltan; es casi 28 de julio, y ese es el día en el que todos gritamos: SOMOS LIBRES. Las preocupaciones metafísicas sobre la libertad se diluyen y encuentran esa única respuesta: SOMOS LIBRES. Pues todos en ese mundo lo afirmaban “cantando y riendo, oliendo y tocando”, “bebiendo y saltando, amando y danzando”(Alberti, querido poeta, nunca fuiste mas acertado).Son las cero cero y Max Alzamora debuta en este tercer año de fiestas libertarias. La pista se electrocalienta y La Alameda arde con el fuego de pirujas y gringas, colombianos tras rumba, ileños tacneños arequipeños puneños limeños cusqueños iqueños cajamarcos y, sabrá Siva, qué gentilicios mas me olvido.Biondi, nuestro pisco bandera, se luce de la boca a la garganta y del estómago al cerebro. Es que en estas fiestas, el mejor pisco del mundo está siempre presente, borracheras con elegancia y extroversión, ¡fuera los diablos azules! acá todos nos convertimos en ángeles cuando, el máximo exponente de los Fallen Angel cusqueños, pincha frenéticos vinilos: ese es Jhon Aragón, y su música de doce ángulos.Que mas queda si no es “oler y tocar, comer, fornicar” saltar y saltar, fumar y tomar entre viejas y viejos amigos, amantes danzantes, el deseo que no mengua y el rojo del marlboro y de mis ojos.Y es que podemos estar en Sasha o Sander, en Fat boy o Tatana, pero sólo las fiestas en las que uno se siente en familia, en las que uno “está” en familia, son las mejores. Gracias Jose de MistiK, gracias Vittorio de Om, gracias a todos aquellos que, con la mejor onda, convierten desde hace 3 años a Moquegua, todos los veintisietes de julio, en la capital sureña de la música electrónica.










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